15 ene 2007

NUEVOS ENFOKES

Quemando suelas en Bairro Alto


De vez en cuando toca una reflexión sobre cómo afrontamos la vida...
acostumbra a ser después de momentos de mucho estrés, de sufrimiento intenso.

Mi vida es curiosa. Tengo la suerte, porque es una suerte, que cuando me acomodo en una realidad donde tiendo a saberlotodo o a caer en una soberia seguridad ficticia, aparece algo, un agente externo a mí (que puede ser persona, lugar o evento) que me revuelve las entrañas, me ataca donde mi autoestima más estaba subiendo y me devuelve con una brutal cura de humildad a un camino de aprender de la vida viviéndola.

Al viajero que un viaje le pudo, al estudiante que se quedó sin palabras, al enamorado que fue valiente para arriesgar (y fuerte como para levantarse de nuevo)..., todos mis personajes son aniquilados uno tras otro... y aunque durante el proceso sufro me reconforta saber que al experimentar estos sentimientos, estas vivencias, me acerco más a mi yo real: un yo real que viaja, estudia, se enamora, y sigue respirando cuando todo falla. Al fin y al cabo yo soy todos ellos.

"Was du erlebst, kann keine Macht der Welt dir rauben"
(Ningún poder en la tierra podrá arrancarte lo vivido)

2 comentarios:

Sara dijo...

Las sensaciones, sean buenas o malas, siempre nos ayudan a no olvidarnos de que estamos vivos, y ante eso sólo podemos estar agradecidos. Si te caes volverás a levantarte. Ya te dije más de una vez que quien no arriesga no gana, y para recuperar lo perdido casi siempre hay tiempo. Tienes razón, es una suerte que no siempre te sientas seguro del todo, porque una excesiva seguridad nos vuelve ciegos y gilipollas. Y también es una suerte, que espero tener algún día, conocer a todos tus yos.

REFUGEE dijo...

Conocer a alguien es un proceso que exige no solo tiempo, sino también la necesidad de probar esa amistad en diferentes situaciones.

El acomodo de la rutina diaria, por muchos años que supongan, no conlleva el conocer a alguien. Conocerás al yo cotidiano, al yo más corriente.

Sin embargo el poder experimentar, sufrir, descubrir cosas nuevas, intensas, variadas, con una persona... o te une a ella o te distancia.

Una de las pruebas para conocer a una persona es viajar. En los viajes te enfrentas a tus miedos y fronteras, y ver cómo reaccionais tu y la persona que está delante te permite realmente decir: te conozco.

A ti te empecé a conocer hace poco...en una situación algo extraña y en un momento de mi vida ... complicado. ¿Quién sabe adonde llegará esto? Se abren las apuestas...